Hoy es primero de septiembre; por así decirlo es nuestra "vuelta al cole", retornar al camino que ya conocemos, a lo de siempre. Si bien cada vez es más habitual repartir las vacaciones, tradicionalmente agosto suele ser el mes de referencia del descanso estival. Playa, montaña, más lúdico, más cultural, mas radical, más (mejor) familiar..cada uno intenta aprovechar ese tiempo, cuando lo tiene, para dedicarlo a aquello que es importante.
Sucede que los días pasan y tenemos que volver a la dura(??) realidad. Hoy ya he oído más de 15 veces la expresión "síndrome postvacacional" y me he preguntado y he preguntado a personas cercanas si tenían eso y que pensaban que se debía.
He obtenido dos respuestas básicas:
La primera es : este trabajo no me gusta, no me aporta, sólo representa un sueldo para mi...Con lo que al final un@ termina bastante alienad@ y todo se hace cuesta arriba.
La segunda: Yo estoy bien y me gusta lo que hago, pero la organización en la que lo hago no me gusta por los motivos que sean (no me valoran ni a mi a las personas, pagan fatal, no se respeta a la gente, niegan las iniciativas, los directivos creen que esto es su cortijo... en fin seguro que todos conocéis alguna de estas organizaciones.
Empecemos por el final: para la segunda opción lo más práctico puede ser dejar esa organización; es verdad que existen organizaciones tóxicas y aunque pueda parecernos muy difícil desde nuestra realidad inmediata, podemos encontrar nuevas oportunidades si nos ponemos a ello; no digo que sea fácil, digo que es posible.
Para la primera opción, no existen respuestas fáciles. Según mi modesta opinión, creo que por encima de otras consideraciones sentir que uno hace aquello para lo que ha sido llamado es una de las componentes más importantes de la motivación humana, también creo que encontrar eso es todo un trabajo.
Por eso lanzamos desde aquí nuestro desafío / consejo:
- Busca qué es lo que te conecta, qué te hace sentir especialmente bien.
- Identifica en tu puesto de trabajo cómo puedes dar cumplimiento a eso
-opción b: identifica como puedes dar cumplimiento a lo que te hacer sentir bien y encuentra escenarios para darles cumplimiento (es fácil que no sean en entorno laboral, no importa)
- Encuentra algún aliad@: encuentra a alguien que también se mueva por eso, los equipos dan mucha fuerza.
- Fíjate un objetivo con eso: haz un mínimo de 2-3 veces a la semana lo que te "conecta".
Es como dicen los de Funky Business, poner la pirámide de Maslow al revés: primero busco lo que me hace feliz y luego busco comer; pero cuidado este proceso debemos hacerlo con suavidad puesto que todos tenemos un día a día que resolver, unas facturas que pagar, etc...pero también tenemos derecho a ser felices y a disfrutar con lo que hacemos.
Por eso retomar el camino; que no tiene que ver con volver al trabajo, tiene que ver con retomar aquello que nos conecta íntimamente y que un día, por mil motivos debimos dejar a un lado.
Feliz regreso.
Toni